miércoles, 19 de enero de 2011

Me gustaria hacerlo bien

No tengo nada bueno que decir?

Lo sé ... Lo sé
Cuenta la historia de una muchacha de 24 años llamada Verónika, que aparentemente ha tenido todo en la vida, pero que decide quitarse la vida tras darse cuenta de que se ha vuelto monótona. Verónika parece tener todo lo que cualquier joven de su edad podría desear: visita los lugares de moda, sale con chicos atractivos, es querida por su familia y, sin embargo, no es feliz. Algo falta en su vida. Por ello, la mañana del 11 de noviembre de 1997 Verónika decide morir.
Tras haber fallado en su intento de suicidio va a parar a un hospital psiquiátrico donde además de enterarse que debido a un problema cardíaco le quedan muy pocos días de vida, aprende muchas cosas, conoce nuevos amigos, y hasta se enamora mientras espera su muerte. Descubre sentimientos que jamás se había permitido experimentar tales como: odio, temor, curiosidad, amor, e incluso el despertar sexual. Sus vivencias la conducen gradualmente a la revelación de que cada segundo de su existencia es una elección entre la vida y la muerte.
El libro está basado en parte, en la experiencia de Coelho en un hospital psiquiátrico


Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido." 

"Sed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua." 

"Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas, menos uno: aquel que nos destruye. " 

"En algunos momentos las personas son incapaces de entender la felicidad." 

"El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor." 

"Loco es quien vive en un mundo propio" 

"Nadie puede juzgar, sólo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento o de la ausencia total de sentido de su vida." 

"El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse." 

"La locura es la incapacidad de comunicar tus ideas." 

"En un mundo distante mas distante que la luna, la música es capaz de penetrar y hacer milagros." 

"Todos evitando saber lo que se encuentra más allá de las paredes de vidrio del acuario" 




Veronika decide morir.pfd (MU)

martes, 18 de enero de 2011

Veronika decide morir

[...]Veronika no sabe cuánto tiempo estuvo durmiendo. Recordaba haberse despertado en algún
momento, aún con los aparatos de supervivencia en su boca y su nariz, al oír una voz que le decía:
-¿Quieres que te masturbe?
Pero ahora, con los ojos bien abiertos y mirando la habitación a su alrededor, no sabía si aquello
había sido real o una alucinación. Aparte de esto, no conseguía recordar nada, absolutamente nada.
Le habían retirado los tubos, pero continuaba con agujas clavadas por todo el cuerpo, cables
conectados en la zona del corazón y de la cabeza, y los brazos atados. Estaba desnuda, cubierta
apenas por una sábana, y sentía frío, pero decidió no quejarse. El pequeño ambiente, rodeado de
cortinas verdes, estaba ocupado por las máquinas de la unidad de tratamiento intensivo, la cama
donde estaba acostada y una silla blanca, con una enfermera sentada entretenida en la lectura de un
libro.
La mujer, esta vez, tenía ojos oscuros y cabellos castaños. Aun así, Veronika se quedó con la duda
de si era la misma persona con quien había conversado horas -¿o días?- antes.
-¿Puede desatarme los brazos?
La enfermera levantó los ojos, respondió un seco «no» y volvió al libro.
Estoy viva, pensó Veronika. Va a empezar todo otra vez. Tendré que pasar un tiempo aquí dentro,
hasta que comprueben que estoy perfectamente normal. Después me darán de alta, y volveré a ver
las calles de Ljubljana, su plaza redonda, los puentes, las personas que pasan por las calles yendo y
volviendo del trabajo.
Como las personas siempre tienden a ayudar a las otras -sólo para sentirse mejores de lo que
realmente son-, me volverán a emplear en la biblioteca. Con el tiempo, volveré a frecuentar los
mismos bares y discotecas, conversaré con mis amigos sobre las injusticias y los problemas del
mundo, iré al cine, pasearé por el lago.
Dado que elegí las pastillas, no he estropeado mi físico en absoluto: continúo siendo joven, bonita,
inteligente, y no tendré -como nunca tuve dificultades para conseguir novio. Haré el amor con él en
su casa, o en el bosque, obtendré un cierto placer, pero después del orgasmo la sensación de vacío
volverá. Ya no tendremos mucho sobre lo que conversar, y tanto él como yo lo sabemos: llega el
momento de damos una disculpa mutua («es tarde» o «mañana tengo que levantarme temprano») y
partiremos lo más rápidamente posible, evitando miramos a los ojos.
Yo vuelvo a mi cuarto alquilado en el convento. Intento leer un libro, enciendo el televisor para ver
los mismos programas de siempre, coloco el despertador para despertarme exactamente a la misma
hora que el día anterior, repito mecánicamente las tareas que me son confiadas en la biblioteca.
Como el sándwich en el jardín frente al teatro sentada en el mismo banco, junto con otras personas
que también escogen los mismos bancos para almorzar, que tienen la misma mirada vacía, pero
fingen estar ocupadas con cosas importantísimas.
Después vuelvo al trabajo, escucho algunos comentarios sobre quién está saliendo con quién, quién
está sufriendo tal cosa, cómo tal persona lloró por culpa del marido, y me quedo con la sensación de
que soy bonita, tengo empleo y consigo el amante que quiero. Después regreso a los bares hacia el
fin del día y después todo vuelve a empezar.

Mi madre (que debe de estar preocupadísima por mi intento de suicidio) se recuperará del susto y
continuará preguntándome qué voy a hacer de mi vida, porque no soy igual a las otras personas, ya
que, al fin y al cabo, las cosas no son tan complicadas como yo pienso que son. «Fíjate en mí, por
ejemplo, que llevo años casada con tu padre y procuré darte la mejor educación _y los mejores
ejemplos posibles. »
Un día me canso de oírle repetir siempre lo mismo y, para contentarla, me caso con un hombre a
quien yo misma me impongo amar. Ambos terminaremos encontrando una manera de soñar juntos
con nuestro futuro, la casa de campo, los hijos, el futuro de nuestros hijos. Haremos mucho el amor
el primer año, menos el segundo, a partir del tercero quizás pensaremos en el sexo una vez cada
quince días y transformaremos ese pensamiento en acción apenas una vez al mes. Y, peor que eso,
apenas hablaremos. Yo me esforzaré por aceptar la situación, y me preguntaré en qué he fallado, ya
que no consigo interesarlo, no me presta la menor atención y vive hablando de sus amigos como si
fuesen realmente su mundo.
Cuando el matrimonio esté apenas sostenido por un hilo, me quedaré embarazada. Tendremos un
hijo, pasaremos algún tiempo más próximos uno del otro y pronto la situación volverá a ser como
antes.
Entonces empezaré a engordar como la tía de la enfermera de ayer, o de días atrás, no sé bien. Y
empezaré a hacer régimen, sistemáticamente derrotada cada día, cada semana, por el peso que
insiste en aumentar a pesar de todo el control. A estas alturas, tomaré algunas drogas mágicas para
no caer en la depresión y tendré algunos hijos en noches de amor que pasan demasiado de prisa.
Diré a todos que los hijos son la razón de mi vida, pero, en verdad, ellos exigen mi vida como razón.
La gente nos considerará siempre una pareja feliz y nadie sabrá lo que existe de soledad, de
amargura, de renuncia, detrás de toda esa apariencia de felicidad.
Hasta que un día, cuando mi marido tenga su primera amante, yo tal vez protagonice un escándalo
como la tía de la enfermera, o piense nuevamente en suicidarme. Pero entonces ya seré vieja y
cobarde, con dos o tres hijos que necesitan mi ayuda, y debo educarlos, colocarlos en el mundo,
antes de ser capaz de abandonar todo. Yo no me suicidaré: haré un escándalo, amenazaré con irme
con los niños. Él, como todos los hombres, retrocederá, dirá que me ama y que aquello no volverá a
repetirse. Nunca se le pasará por la cabeza que, si yo resolviese realmente irme la única elección
posible sería la casa de mis padres, y quedarme allí el resto de la vida teniendo que escuchar todos
los días a mi madre lamentándose porque perdí una oportunidad única de ser feliz, que él era un
excelente marido a pesar de sus pequeños defectos y que mis hijos sufrirán mucho por causa de la
separación.
Dos o tres años después, otra mujer aparecerá en su vida. Yo lo descubriré (porque lo veré o porque
alguien me lo contará), pero esta vez fingiré ignorarlo. Gasté toda mi energía luchando contra la
amante anterior, no sobró nada, es mejor aceptar la vida tal como es en realidad y no como yo la
imaginaba. Mi madre tení a razón.

El seguirá siendo amable conmigo, yo continuaré mi trabajo en la biblioteca, con mis sándwiches en
la plaza del teatro, mis libros que nunca consigo terminar de leer, los programas de televisión que
continuarán siendo los mismos de aquí a diez, veinte o cincuenta años.
Sólo que comeré los sándwiches con sentimiento de culpa, porque estoy engordando; y ya no iré a
bares, porque tengo un marido que me espera en casa para cuidar a los hijos.
A partir de ahí, todo se reduce a esperar a que los chicos crezcan y pensar todos los días en el
suicidio, sin valor para llevarlo a cabo. Un buen día, llego a la conclusión de que la vida es as!, de
que es inútil rebelarse, de que nada cambiará. Y me conformo.
Veronika concluyó su monólogo interior, y se hizo a sí misma una promesa: no saldría de Villete
con vida. Era mejor acabar con todo ahora, mientras aún tuviera valor y salud para morir.
Se durmió y despertó varias veces, notando que el número de aparatos a su alrededor disminuía, el
calor de su cuerpo aumentaba y las enfermeras cambiaban de rostro, pero siempre había alguien al
lado de ella. Las cortinas verdes dejaban pasar el sonido de alguien llorando, gemidos de dolor, o
voces que susurraban cosas en tono calmo y profesional. De vez en cuando se oía el zumbido
distante de un aparato, y ella escuchaba pasos apresurados en el corredor. En esos momentos las
voces perdían su tono profesional y tranquilo y pasaban a ser tensas, dando órdenes rápidas.
En uno de sus momentos de lucidez, una enfermera le preguntó:
-¿No quiere saber su estado?
-Ya sé cuál es -respondió Veronika-. Y no es el que está viendo en mi cuerpo; es el que está
sucediendo en mi alma.
La enfermera aún intentó conversar un poco, pero Veronika fingió que dormía.[...]

sábado, 15 de enero de 2011


Los 3Motherfunkers, más que una banda, son un colectivo musical que gusta de tocar funk- así lo define el líder indiscutible de este proyecto sonoro originario de Guadalajara, Jalisco, México. En sus años de trayectoria ha encontrado un estilo personalísimo que se nutre de 3 géneros básicos: el Funk, el Jazz y el Rock. En su primer larga duración (música para caminar con estilo), encontramos una fusión intrépida del Funk-Rock, vertiginosa en algunas canciones (la funk-blues "Chunk" , el jazz-groove de SummerSong nos remite a una playa enfiestada. En MofoFunk encontramos un tornamesa desquiciado acompañado de una batería punzante y vital. Inútil explicar los temas, por el simple hecho de que la música no se explica. 

Su segunda (y grandiosa) entrega es un disco que lleva por título Porn. Así, sin más ni menos. El título da indicios de lo que escucharemos, y entre samplers e interludios triple equis, nos sumergimos en canciones plagadas de sonidos cuya sensualidad y cadencia son tan sugestivas que podemos llegar a terminar en un éxtasis como en Drowning in a Sea of Skin, excelente tema y uno de mis favoritos del álbum. Pero basta de palabras, aqí dejo los dos LP's. 



Escúchelos bajo su propio riesgo :D


Musica para caminar con estilo .-




Eddie Vedder - Into to the wild

La buena banda sonora que acompaña a la película. Para la misma, Sean Penn consiguió convencer a Eddie Vedder, vocalista y alma de Pearl Jam, para que escribiese y compusiera las canciones de la banda sonora de ‘Into the Wild’. Y a ello se puso, junto con Michael Brook, que fue quien se encargó de la música.

Eddie Vedder sigue su camino en el cine, haciendo lo que mejor sabe hacer, cantar, evolucionando más hacia la música folk, lo que implica ir abandonando cada vez más aquellos tiempos iniciales de Pearl Jam, cuando el auge del grunge (y a los que servidor venera y añora). Sin embargo, debo reconocer que estas canciones, y sobre todo sus letras, son potentes y reflexivas, un buen acompañamiento a las imágenes. Destacar alguna es difícil, varias de ellas encontradas navegando por YouTube. Si hay que empezar por una, ésta es ‘Guaranteed’, con la que consiguió el globo de oro. Curiosamente la misma que ha sido ninguneada por los Oscars, que ha preferido seleccionar otras. A continuación encontraréis una selección de la banda sonora de ‘Into the Wild’.


Un buen disco para escuchar relajado un buen fin de semana

El titulo

Bienvenido a uno de los nuevo de miles de blog creados a diario. Y que muy posiblemente sea desechado y dejado en el olvido. Cual es el fin de todo esto? simplemente tener un espacio en donde poder publicar algo. En donde pueda subir un par de archivos, música, vídeos o alguna noticia que se me haga importante.

Porque el titulo, simplemente porque siempre recuerdo esta frase. Ademas no se que pasara mañana, todo este tiempo ha sido tan errante. Quien sabe a lo mejor tiempo después pueda darle un sentido a todo esto y poder dar un paso en frente.

La verdad no se bien que poder escribir. Tampoco tengo muchas ganas, pero como ya comencé todo esto pretendo darle un poco de tiempo. No puedo decir si esto es bueno o malo, la verdad tampoco se que pretendo con todo esto , solo se que tengo mi mente en un lugar lejano, ja  ella puede viajar sin ni siquiera moverse.

"No es oro todo lo que reluce, ni todo lo que anda errante está perdido".